Conversar es algo que nos agrada a todos. Es bien sabido que tenemos la necesidad de atraer a la gente. Para eso debe existir una reciprocidad. Es decir, debemos simpatizar a las personas para que ellas interesen en nosotros. Sabiendo esto, es imperante que cuando hablemos con nuestro prójimo, lo hagamos sobre los temas que le sean interesantes, aunque a nosotros no nos deleite tanto. Ya lo decía Theodore Roosevelt: “El camino real hasta el corazón es hablarle de las cosas que más preciadas le son”.
De ésta manera conseguiremos hasta lo inimaginable, no sólo en el campo personal, sino en el profesional también. Cuando queramos algo de alguien, no empecemos hablando de lo que queremos nosotros. Más bien intentemos hablar de lo que le interese a nuestro amigo y esperamos a que él saque el tema que nos interesa a nosotros.
Esto es muy importante en las relaciones públicas, humanas y para el desarrollo integral de un periodista. La mejor manera de empezar una entrevista es deshielar la relación. ¿Qué mejor forma de comenzar a ha hablarle de lo que más le gusta al otro? Claro para ello es necesario un trabajo de investigación antes de entrar de lleno en la materia. La mejor forma de “romper el hielo” es comenzar una conversa con el tema que más le gusta al otro. Eso es tan importante como el primero que da los “Buenos Días” al entrar a un recinto público o privado.
Nosotros tenemos la tendencia a comenzar a hablar de lo que sabemos de lo que acabamos de aprender en la Universidad o escuchar en la radio y la T.V. y eso es un error de táctica. Escuchar es muy importante y siempre es bueno demostrar que uno sabe menos que el otro. De esta manera seremos más humildes y a prenderemos más de los demás.
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