martes, 15 de junio de 2010

Un contrato a la venezolana



En 1958, podría decirse que es el comienzo de la democracia en Venezuela (aunque ya en 1945 estaba la maqueta hecha). Para fortalecerla y robustecerla, los partidos democráticos deciden crear un contrato (o pacto) estatal que establezca la democracia como columna fundamental de sostenimiento del país.

En ese momento firmaron los únicos tres partidos democráticos que tenia Venezuela (AD, COPEI y URD). El único partido no firmante fue el PCV.
Las razones son obvias. ¿Cómo es posible crear un contrato estatal cuya base es la democracia con un partido que sigue las líneas del bolchevique Stalin y de los barbudos de la isla?
Simplemente es inaceptable y absurdo. Aunque los mismos comunistas se hicieron las victimas de haber sido excluidos, más por un resentimiento que por otra cosa. Rómulo Betancourt en su discurso de toma de posesión muy democráticamente expone:

“De ese pacto fue excluido el Partido Comunista, por decisión razonada de las organizaciones que lo firmaron. (…) respetando el derecho de ese partido a actuar como colectividad organizada en el país, miembros suyos no serían llamados por mi parte para desempeñar cargos administrativos en los cuales se influyera sobre los rumbos de la política nacional e internacional de Venezuela. (…) la filosofía comunista no se compagina con la estructura democrática del Estado venezolano (…)”


De esa manera comienza el juego democrático en Venezuela. De las divisiones de estos partidos comenzaron a producirse otros tales como el MIR, el ARS, el MEP, el PRN, el MAS y el PCV camuflado bajo el partido UPA etc. Éstos fueron los partidos que lucharon en la guerrilla, digamos los “cabezas calientes”. La justificación de éstos es su exclusión del pacto de punto fijo y por supuesto, las supuestas agresiones por parte de Betancourt por decir la verdad. Es decir, por el hecho de manifestar su descontento por esas marionetas manejadas por la URSS y su satélite más cercano: “Cuba”. Pero más allá de esto es resentimiento porque en un momento apoyaron a Betancourt, pensando que instauraría una dictadura comunista y en vez de esto pasó de comunista, a social demócrata, algo que no le perdonaron nunca, pero que nosotros de convicciones democráticas le agradecemos por ser el padre de ésta.


La guerrilla en Venezuela fue una causa perdida. Después de la insurrección en Carúpano (Carupanazo), el 4 de mayo del año 1962 y el de Puerto Cabello (Porteñazo), un mes después fueron sus declives, hasta su total pacificación con Caldera I. Sin embargo, hubo daños, la pacificación fue costosa. Además de la infiltración de comunistas en las fuerzas armadas, cuyo principal responsable es el ex-guerrillero Douglas Bravo.

Rompiendo mitos el bipartidismo no comienza en el año 1958, como ciertos sectores indican. Realmente la “Guanabana” va desde 1973 a 1988 (80% AD y COPEI). Sacando la cuenta son quince años, no cuarenta.


Para muestra un botón, durante el gobierno de Raúl Leoni, se crea la “Ancha Base” con los partidos de AD, URD y FND (de Uslar Pietri) frente a COPEI que era la oposición. De esta manera el poder estaba bastante equilibrado.


Cuando Rafael Caldera llegó al poder por primera vez se dio algo inédito en Venezuela. Por primera vez el gobierno le entrega democráticamente a la oposición el gobierno. Eso es algo nunca antes visto. Se quiebra aquello de que “Gobierno no pierde elecciones”. Aunque en este caso particular realmente había ganado AD otra vez, pero gracias a su división del MEP los votos se repartieron en 19,34% (MEP) y 28,24% (AD), frente a un pírrico 29,13% de COPEI. Si no se hubiese producido tal división posiblemente AD hubiese ganado con un aplastante 47%. En este momento, las guerrillas se pacifican y prácticamente desaparecen, al entrar al juego político democrático.

Las fuerzas armadas se terminan de institucionalizar y se vuelven un ente apolítico que existe apoyando todos los gobiernos que vengan siempre y cuando cumplan el pacto democrático. Por eso el artículo 132 de la constitución establecía:

“Las Fuerzas Armadas Nacionales forman una institución apolítica, obediente y no deliberante, organizada por el Estado para asegurar la defensa nacional, la estabilidad de las instituciones democrática y el respeto a la constitución y a las leyes, cuyo acaecimiento estará siempre por encima de cualquier obligación. Las Fuerzas Armadas Nacionales estarán al servicio de la República, y en ningún caso al de una persona o parcialidad política”

Un hecho interesante del gobierno de Caldera I es que todavía seguía existiendo una pequeña parte de la población que quería la vuelta de Pérez Jiménez al poder. Cuando la democracia se percata de la posible amenaza que podría avecinarse, inteligentemente se hace una enmienda constitucional que dice: “No podrán ser elegidos Presidente de la República, Senador o Diputado, ni Magistrado de la Corte Suprema de Justicia, quienes hayan sido condenados mediante sentencia definitivamente firme, dictada por Tribunales Ordinarios, a pena de presidio o prisión superior a tres años, por delitos cometidos en el desempeño de funciones públicas o con ocasión de éstas” Lo lamentable es que en el segundo gobierno de Caldera, se le diera una amnistía a Chávez justo antes de que el tribunal diera una sentencia firme.

Con el gobierno de Carlos Andrés Pérez comienza la era del bipartidismo, el
clientelismo, la corrupción y el amiguismo, pero al mismo tiempo de la bonanza económica, que no se supo utilizar. Aprovechando que los precios del petroleo estaban tan altos, el gobierno aprovecho para nacionalizar las empresas del hierro y el petroleo, creando así un gran estado empresario y burocrático, muy propio del los gobiernos de centro izquierda. Además de eso se comenzaron a pedir créditos para tener el doble de dinero, a pesar del tabú que se tenía de endeudar el país por aquel incidente engorroso que tuvimos con "El Cabito" y aquella penosa frase que este gobierno tan chavacano exalta "La planta insolente del extranjero..."

Sin embargo, hay cosas buenas del gobierno de CAP I y es que se respetaba la institucionalidad del país. La mayoria de los corruptos eran encarcelados y no eran todos corruptos, era una minoria que poco a poco fue incrementandose hasta llegar a su declive total. Por aquél momento Ramón Guillermo Aveledo (Congresista) resume el deber ser del congreso con estas palabras:

“El congreso no puede estar al servicio de la oposición. El congreso no puede estar al servicio del gobierno. El congreso debe estar al servicio del ciudadano venezolano. Ese venezolano empobrecido por la inflación, amenazado por el hampa, asustado por el peligro del desempleo, angustiado por la pensión o jubilación, escéptico, cansado de creer (…) Ese venezolano que nunca pierde las esperanzas”


En los años 80 se siguieron con estas políticas del estado empresario pero sin la bonanza económica. El gobierno de Herrera Campins al observar que los ahorros del gobierno eran pocos, instaura RECADI, donde retiene la fuga de divisas, para que el arca vuelva a llenarse. Lo que este gobierno no entendió es que esto trae inevitablemente dos fenómenos terribles. El primero es la inflación, es decir la devaluación del dinero y encarecimiento de los precios. Lo segundo como consecuencia de lo primero el disparo del dolar del 4,30 "al infinito y más allá"

El siguiente gobierno de Jaime Lusinchi en vez de enmendar los errores de su predecesor, los continuo, malversando los dineros públicos en campañas y en medidas populistas nada sanas para el país. Los cerros crecieron, los precios seguían aumentando, la devaluación en picada, simplemente empeoró la situación. ¡INDUDABLEMENTE NECESITÁBAMOS UN CAMBIO!

De esa forma llegamos a los años '90; el pueblo elije a Carlos Andres Perez pensando que de esta forma volvería mágicamente esa "Venezuela Saudita" donde los precios del petroleo eran abundantes y la gente vivía bien. Era imposible que volviéramos a esa época. Los precios del petroleo no volverían a ser de aquella magnitud y Carlos Andres Perez prometió unas reformas nada populistas pero sí saludables para el país. Se enflaqueció el estado, bajó la burocracia, las empresas se privatizaron, todas medidas propias de un gobierno de centro derecha (Nótese cómo en este país no hay una consistencia entre los partidos y su ideología).

Por último Carlos Andres tomó su peor decisión y es que dejó de subsidiar la gasolina y como es natural en la economía, los precios del autobús subieron. La idea de CAP en principio fue que los precios subieran poco a poco, pero los autobuseros de Guarenas y Guatire, haciendo caso omiso a las instrucciones del Ministro de Economía, subieron los precios a conveniencia. Ésto fue lo que trajo como consecuencia la mecha del caracazo, movimiento donde toda la población salió descontenta a la calle a robar, desesperada por la pésima situación.

Además los medios de comunicación fueron irresponsables al emitir tales imágenes porque se creó el fenómeno de la noticia autogenerada que hizo que se reprodujera en todo el país este comportamiento. Al tener todo este problema armado, es deber del gobierno restituir el orden, una de las principales tareas de cualquier gobierno. El problema es que la fuerza bruta usada en ese momento fue excesiva, los militares se excedieron en sus procederes lo que trajo como consecuencia muertes injustificadas.

En este punto es que el gobierno (actual) ha manipulado la información alegando que todo este problema fue causado exclusivamente por las medidas tomadas por CAP en su gobierno. Esto es falso, la economía ya venia siendo errada desde los tiempos del primer gobierno de Carlos Andres Perez I, que fueron empeorando a la economía hasta que Carlos Andres Perez II tuvo que tomar éstas medidas para el saneamiento de la economía que simplemente no lo supo manejar de la forma correcta. Además ya Chávez había planificado su golpe en aquella patética escena del Saman de Güere, a principios de los '80 me parece... No hay forma justificativa de que el Golpe venidero fue en defensa del "Pueblo Soberano"


En 1992 resucita un terrible fantasma que dormía desde 1958. Es el golpe militar, producto de la infiltración comunista dentro de las fuerzas armadas. Para ese momento, los militares institucionales logran detener el golpe, dos veces. Recordemos que hubo dos golpes, ninguno de Chávez; sin embargo Chávez logró atribuirse no solamente el fallido donde participó, sino otro en noviembre de ese mismo año, ¡Desde la carcel! Ambos fallaron. Ya esto nos dice mucho de la personalidad del presidente Chávez. Como militar no servía, pero para las pantallas de televisión, la gran estrella. Pero más allá de los dos golpes hay un hecho más interesante y es que Carlos Andrés Pérez salió de la presidencia por la vía democrática. Pérez aceptó que se le hiciera un juicio por peculado. ¿Yo me pregunto si el presidente en la actualidad aceptaría un juicio por todas las violaciones que le ha hecho a la constitución? ¿Verdad que no? La respuesta es clara, la democracia funcionaba con sus cosas buenas y malas. La esencia democrática existía en aquellos tiempos. Para finalizar el periodo de CAP II entra provisionalmente Ramón José Velazquez y se llama nuevamente a elecciones.


La última presidencia de la democracia fue con el soberbio Caldera, otra vez, pero ésta vez no ganó con su partido que fundó (COPEI)
ya que este estaba desinflado y en decadencia. Para poder ganar tuvo que hacerlo con Convergencia, un partido muy débil, conformado por una cantidad de partidos pequeños. Esto fue llamado el Chiripero. Para aquél tiempo los venezolanos estaban tan decepcionados de la política que los resultados de abstención para 1993 indican alrededor de un 39,84%. Es un porcentaje excesivo.

Podemos concluir que la democracia tenía unas muy buenas intenciones cuando se inició. La institucionalidad democrática se mantuvo siempre, ningún político tuvo ambiciones dictatoriales por lo que se mantuvo la democracia por cuarenta años. No fue una democracia perfecta, tuvo sus traspiés y sus errores es evidente.

Después de un siglo de caudillos y llegado el siglo XX dos dictaduras, cuatro golpes, algunos intentos de democracia, es evidente que de la noche a la mañana no nos íbamos a convertir en un cantón suizo. Uno de sus más grandes errores fue el de dar permiso en la constitución de 1961 la reelección de un presidente después de 10 años de gobierno. La consecuencia de esto es que no dio pie a que la nueva generación tomara poder y los partidos a la larga se desinflaran y caducaran.

miércoles, 9 de junio de 2010

El venezolano aprende a punta de golpes

El papel lo aguanta todo y la democracia es una palabra que esta en boca de todos. Desde el pasado siglo XX, todos los países establecían en sus constituciones la palabra democracia. Prueba de ello es que en la Constitución del régimen franquista a la vista de todos, fascista se calificaba de “democracia orgánica”. Por otra parte los comunistas actuales (China, Corea del Norte, Cuba) alegan que en sus países se vive en democracia popular porque está escrito en su Constitución, cuando el propio Marx, inspirador de estos regímenes, hablaba de dictadura “transitoria”.

Esto nos lleva a reflexionar sobre lo que es la democracia. Si se reduce exclusivamente al voto, universal, directo y secreto, entonces cualquier sistema que no respete la libertad de expresión, que ejerza coerción sobre sus ciudadanos, que tenga un partido único donde existe un solo candidato puede ser considerado democrático, sin ningún problema. Si por el contrario, definimos democracia como un sistema de valores éticos, donde el Estado debe respetar unas leyes que son universales para todos los países por su convención y acuerdo internacional (Declaración de los derechos humanos) entonces la cosa cambia. Entonces la dictadura todavía existe en ciertos países, pese a que se respete el sagrado voto democrático.



Consideran do entonces que el estado debe ser limitado y moderado, (John Locke) y además debe atarse a la moral (Aristoteles) en la cual la oposición es un adversario político al cual se le respetan sus opiniones y no un enemigo estratégico militar al que se debe eliminar, entonces no podemos hablar de que una “dictadura del proletariado” sea una “democracia popular”, es contradictorio y absurdo, es en definitiva demagogia comunista. Verdad comunista, es decir: mentira. Cuestión de dialéctica.

El tema de la democracia es muy claro en la actualidad. No podemos quedarnos con el concepto de la democracia de la antigua Grecia la cual Platón tanto criticó por producir “Oligarcas y tiranos”. Lo cual tenía mucha razón. La democracia se entiende hoy en día por la mezcla de los ideales de la República (Léase Platón) con los ideales del liberalismo (Léase John Locke, Adam Smith, Alexis de Tocequeville, etc.) Es por eso que en la actualidad un verdadero sistema democrático es una “República democrática liberal”.



Afortunadamente en Venezuela, hemos entendido a través de un largo proceso qué significa una democracia ¡Y a los golpes! Nada de clases académicas, sino a través de dictaduras. Cuando en 1936 muere “El tirano liberal” se comienza un proceso de democratización del país irreversible, con gobiernos cada vez más democraticos de derecha.

El General López Contreras irrumpe en una tormenta entre gomecistas, demócratas, militaristas y los propios lopecistas; y toma el control de la situación y con su apacible “Calma y cordura” y poco a poco fue navegando entre esas turbias aguas, reconociéndole al país las libertades democráticas que por derecho son suyas, pero con cuidado para que los militares no se alzaran.

Con el simpático
General Medina Angarita, continuaron estos procesos democratizadores por la linea del pensamiento de derechas; se terminaron de legalizar todos los partidos, se instauró un sistema constitucional republicano. Pero esto no era suficiente, faltaba algo. El problema del General fue su no consenso en permitir el voto universal, directo y secreto, fundamento esencial para la democracia, por considerarlo "demasiado izquierdoso para el país".

Aquí hay un problema histórico, para las siguientes elecciónes Diógenes era el candidato de Medina, López no lo quería, se produjo una ruptura. Dicha ruptura entre López y Medina sirvió para dividir a los militares, que se fueron a conspirar. El cuadro democrático se hubiese terminado de conformar con Diógenes Escalante, futuro presidente de Venezuela y unificador de los civiles (Frente democrático). Todos hubiesen ganado, excepto claro los militares golpistas y antidemocráticos. Cuando a Diógenes lo declaran inhabilitado por insania mental se fragua el golpe a Medina porque ya no había candidato de la unidad que representaba Diógenes.

La conjura militar se cocinaba, los militares se preparaban para la restitución de la dictadura positivista y a pesar de que lo lograron, ya el país estaba preparado para una democracia. Lo que pensaban todos los venezolanos es que el golpe fue hecho por López Contreras quien había roto con Medina, pero para sorpresa de todos, quien se montó en el poder fue,
Rómulo Betancourt, un hombre de avanzada, junto con su partido AD, con la intención de instaurar una democracia de centro izquierda. Este error le salió caro, puesto que la democracia instaurada por Betancourt sólo duro tres años.

Tras su revolución, inmediatamente se llamó a elecciones y AD ocupó la mayoría de los cargos. La razón es evidente, el pueblo premió a quien les había dado democracia. De esa manera el maestro
Rómulo Gallegos fue el primer presidente electo por vía del voto universal, directo y secreto. Al parecer la maqueta del proyecto democrático iba de viento en popa.

Seis meses después de haber ganado Gallegos la presidencia por voto popular, los militares no institucionales se cansaron de esta democrácia de centro izquierda de AD, entonces Pérez Jiménez y Llovera Páez aprovechan la coyuntura para dar un golpe a Gallegos. En el ínterin del golpe prácticamente obligan a Delgado Chalboud a liderizar la junta con la amenaza de enviarlo a la cárcel. Chalboud tendrá un trágico destino. Lo asesinan en el 50… La dictadura vuelve a instaurarse.


Es importante hacer énfasis en que el periodo real de Pérez Jiménez fue del ’50 al ’58. Sacando la cuenta son 8 años de dictadura. ¡La dictadura de Pérez Jiménez ha sido la más corta que hemos tenido en nuestra historia! ¿Qué nos dice esto? ¿Qué conclusión podemos sacar? Pues que ya el venezolano aprendió que lo último que quiere es un autoritarismo.

Aunque no todo fue malo. Hubo progresos. Estos progresos fueron gracias a que la dictadura de Pérez Jiménez fue autocrática y no totalitaria. En el totalitarismo hay que destruir todo lo viejo, todo lo antiguo para poder comenzar a construir lo nuevo que sí es bueno y por lo tanto todos deben pensar igual que el líder. El líder autoritario no le interesa que el país piense como él, sólo le interesa que no digan nada malo de su gobierno (Y torturado o preso si te agarran). Por eso en un gobierno autoritario lo que ya está no necesariamente es malo y se construye en base al país que ya existe, no hay hombres nuevos ni actitudes milenaristas. Se construyó la autopista Caracas-la Guaira, el Hotel Humboldt, carreteras, puentes, locales escolares, sistemas de riego, dos teleféricos, entre otras cosas.

Aún con todo lo malo de esa dictadura, el país avanzó mucho. Quizás por eso el venezolano tiene la errada idea de que gobierno militar es igual a progreso, aunque están conscientes de que la dictadura “per se” es mala. En 1958 el país salió a la calle a reclamar sus derechos y tumbar al dictador. Quien le tocó gobernar durante este periodo fue a Wolfgang Larrazabal y Edgar Sanabria para la preparación de la transición democrática.
Es interesante destacar y hacer notar una constante que se repite y es que cada vez que un gobierno militar dictatorial cae, entra un militar institucionalista para la transición.

Ahora sí llegamos al momento esperado: LA DEMOCRACIA ¿Y ésta? ¿Tuvo avances? ¿Será cierto que el gobierno de los civiles fue TAN malo? ¿Estos últimos 11 años de gobierno, han sido MEJORES que los anteriores? No se pierda la proxima entrada... Un Contrato a la venezolana

domingo, 6 de junio de 2010

La Ola

Bueno lo prometido es deuda, aqui tienen el ensayo. ADVERTENCIA: QUIEN NO HAYA VISTO LA PELICULA MEJOR NO LO LEA PORQUE EN ESTE ANALISIS TE LA CUENTO


La Ola es una película alemana, dirigida por Dennis Gansel que advierte sobre el descuido de la democracia y la instauración del totalitarismo.


En la película un grupo de alumnos deben elegir un tema para una semana de proyectos que esta preparando un colegio.
El profesor Rainer, querido por todos, extrañamente se le asigna la materia de autocracia cuando él siempre ha dado la cátedra de anarquía.
Al ver a sus alumnos desanimados y apáticos decide cambiar las líneas comunes del proyecto y hacer algo más dinámico con su metodología curricular. El profesor les propone que piensen en su salón como un país en el cual se instaurará una autocracia. En ese momento comienza el totalitarismo.


Todo sucede en una semana, en esos seis días se representan las tres fases que se dan en todo totalitarismo. Conviene detenerse a analizar cada uno de estos días. Además cada alumno protagoniza alguna posición de la sociedad frente a estos totalitarismos.


Al principio de la primera clase los más escépticos de que pueda volver a existir una dictadura son Kevin, Sinan y Bomber. Quienes tienen nociones sobre qué es una autocracia son Karo, Mona y Lisa. Mona es la que desde el principio tiene una actitud fuerte contra los escépticos. Mientras que Karo y Lisa en esta primera etapa mantienen una actitud pasiva, porque hasta el momento no se sienten amenazadas. Por último Marco no sabe qué responder cuando el profesor le pregunta sobre el tema, la apatía es general.
Marco representa al apático. Esa parte de la sociedad que no quiere saber nada de política, sino centrarse en su vida personal arrastrado por la inercia de las bondades de la propia democracia.
Este tipo de personas, cuando se dan cuenta que están en una dictadura, ya no pueden hacer nada porque están de manos atadas y sin armas para combatir la destrucción en ciernes de la libertad individual.


La primera fase totalitaria, comienza con la ascensión del líder al poder. La disciplina y el respeto son los primeros puntos totalitarios, por eso su primera regla es que los alumnos deben comenzar a llamarlo por su apellido Wenger (Respeto), además de pedir la palabra y levantarse cuando vayan a hablar (Disciplina militar).


Esto es imprescindible para un totalitarismo porque quien da las líneas del proyecto debe tener total atención y concentración en lo que dice para comenzar la dominación a través del “Mesianismo” (Yo y sólo yo voy a traerles felicidad absoluta).

El producto secundario de esto es la polarización; el totalitario hace que el país se divida en los que lo apoyan y los que están en contra (Potenciales enemigos en
estrategia militar). Cuando “democráticamente” -estos regímenes tienen elecciones- se elige al profesor como su líder, el primero en revelarse es Kevin, el cual es derrotado por el profesor y obligado a retirarse de clase: es un “enemigo”. Éste representa al militar con ansias de poder, que sencillamente quiere derrocar al dictador para conseguir el puesto y no puede. Es por eso que cuando se da cuenta que no puede contra el sistema, se le une, declinando sumisamente.



En esta “revuelta fallida” lo siguen Sinan y Bomber. Ellos representan al “hombre masa” que es fácilmente manipulable. Cambian de opinión con el soplo del viento y sencillamente se acoplan al régimen dejando su superficial templanza. Estos dos vuelven al salón inmediatamente y Kevin en un futuro se unirá también a la Ola.

Un hecho interesante es la inseguridad de Lisa al responder las preguntas. Se nota un miedo que se transforma en terror al poder. Lisa representa aquel grupo que le tiene tanto miedo al dictador que no se atreve a enfrentársele. Además del miedo a ser rechazado por los demás si no se une al movimiento. Sus dudas podrían levantar sospechas.


En la segunda etapa el dictador crea enemigos externos. El profesor les enseña las fallas y males de la anarquía. Cuando los incita a hacer ruido para interrumpir la clase del profesor Wieldland (que da Anarquía), lo presenta como lo malo que deben combatir. Con respecto a esto Francisco Plaza afirma “El espíritu totalitario se rebela contra el mal en sí mismo, por lo cual entiende que corresponde a la política identificar, combatir, destruir y erradicar el gran mal que subyace a todos los males particulares”.

El siguiente punto es el poder a través de la comunidad. El profesor los une en pequeños grupos para así controlarlos mejor. Toda ideología totalitaria parte de que si se establece “un nuevo orden” se vivirá mejor, se alcanzará la felicidad y más utópico aún la perfección.

Después discuten sobre cuál uniforme debe ser usado. Los uniformes son una manera de eliminar la individualidad de los hombres. El uniforme unifica a las personas y hace que sientan que el que no lo tiene es porque no ha visto las bondades del movimiento, no ha visto lo que el líder ve y por lo tanto debe ser exterminado.



A esta altura despierta esa oposición que estaba dormida en el personaje de Karo. Todos entran con camisas blancas a la clase menos ella. Comienza a ser apartada de la clase, además del resto de las actividades que realiza, se convierte por lo tanto en la principal figura de oposición. Podríamos pensar también en Mona, pero para éste nivel ya ella se cambió de clase. Se rindió, salió del “país”, no es ya una oposición que se pueda enfrentar al totalitarismo. El precio que tiene que pagar Karo al ser la oposición es que poco a poco ira perdiendo sus espacios hasta quedarse sin nada. En esta fase se discute la simbología y el nombre del movimiento.

La simbología se usa en los regímenes para crear un mito que dure hasta el fin de los tiempos. Porque un símbolo, a diferencia de una persona no envejece y esto produce un fanatismo político/religioso.
Al elegir el nombre del grupo (La Ola), el símbolo que lo identifica (La señal con las manos) representa todo lo que el dictador quiere que represente. De esta forma el NAZISMO tenia la cruz gamada y el “saludo al sol”, el comunismo el martillo y la hoz y el “puño cerrado”; la falange española: las flechas y el arco, etc.…

Francisco Plaza nos indica que “La ‘verdad’ del mito no depende de lo que proclama y promete sino de la respuesta profunda, instintiva que logra evocar en la población. De allí que en lugar de textos y argumentos, los movimientos totalitarios se apoyan en símbolos para transmitir su contenido: un puño cerrado, el gesto de golpear, consignas cortas, etc. Para ser efectivo y mover a través del símbolo, el mito apela a los instintos profundos del pueblo, a sus tradiciones, emociones, odios, temores y esperanzas. Siempre dirigido contra algún enemigo (v.g. judíos, capitalistas, imperialistas), el mito apela al nacionalismo y a los símbolos de la historia, cuyo verdadero significado sólo el líder mesiánico encarna”.



Llegando a la tercera y última etapa es importante centrarse en la figura de Tim. Él representa a esa clase que esta insatisfecha y no ha sido tomada en cuenta con anterioridad y que esta totalmente de acuerdo con este totalitarismo porque por fin es visto por el resto.

Ésta es la clase que ciegamente cree en el proyecto y está dispuesto a hacer hasta lo imposible por su líder. Este tipo de personas se alimentan del resentimiento que el dictador les da. Así Francisco Plaza explica: “Estrechamente vinculado con el mito totalitario está la voluntad de canalizar por las vías del antagonismo político el fenómeno psicológico del resentimiento. Un componente fundamental del mensaje totalitario es la constante evocación de una humillación, de manera que el pueblo permanentemente la reviva, vuelva a sentirla, la re-sienta, hasta que configure la personalidad de manera tan profunda que se vierta en emociones hostiles, vengativas y rencorosas”.

Para esta última etapa ya el líder tiene el control completo de su población (recordemos que la oposición ha sido prácticamente apartada) y puede imponer el régimen del terror, etapa final de todo totalitarismo. Mucha gente piensa que esta etapa es la primera y que de allí comienza el totalitarismo. Lo que es falso, esta confusión puede deberse a que la etapa del terror suele ser la más larga hasta que el régimen cae. Para finalizar, nuevamente acoto las palabras de Francisco Plaza: "La literatura sobre el totalitarismo se apoya en la experiencia histórica para demostrar que el terror totalitario aparece en regímenes completamente consolidados y se hace más feroz cuando ya ha logrado suprimir prácticamente toda voz disidente. (…) los regímenes totalitarios no comienzan desde el terror, sino desembocan o terminan en él. A la luz de esta realidad, incluso las expresiones ‘régimen de vocación totalitaria’ o “régimen con impulso totalitario” no tienen mucho sentido"

Lo que produce vértigo después de analizar este film alemán es que está basado en un hecho real acaecido en una Universidad norteamericana donde los símbolos y representaciones de la película dieron pie a la recreación de este film de ficción que nos grita el alerta de las tentaciones totalitarias. ¡Nadie está a salvo de los totalitarismos, la democracia debe ser cuidada!

martes, 1 de junio de 2010

Marx se manifiesta


Cuando Karl Marx escribe el manifiesto comunista, lo hace pensando en los excesos y abusos de la revolución industrial. Marx vio a un burgués explotador que deshumaniza a los trabajadores, míseramente pagados, con excesivas horas de jornada laboral, sin importarle que se explotaran a niños y mujeres dentro de las industrias. Por eso escribe un manifiesto para defender a esa clase (proletariado) que tan pocas oportunidades tenía.


Sin embargo, todo esto no justifica los radicales métodos que sugiere en su manifiesto. Su determinismo histórico (influencia de Hegel) se basa en que siempre han existido dos clases en constante pugna, entre patricios y plebeyos en la Edad Antigua, el señor feudal y sus siervos en la Edad Media, y en su actualidad: burgueses y proletarios. Para Marx el motor de la historia es la lucha de esas clases: ¡No hay otra!


Esto lo que quiere decir es que no puede existir en ningún momento de la historia porque así está determinado, reconciliación o negociación entre el burgués y el proletario, sólo lucha, sólo guerra.
En su manifiesto Marx dice “Al esbozar las fases más generales del desarrollo del proletariado, hemos seguido el curso de la guerra civil más o menos oculta que se desarrolla en el seno de la sociedad existente, hasta el momento en que se transforma en una revolución abierta, y el proletariado, derrocando por la violencia a la burguesía, implanta su dominación”.

Luego ¿Cómo se hace para que este proletariado imponga su dominación? En primera instancia debe crear un hombre nuevo libre de conceptos como la propiedad privada (que es la burguesa) o la familia (también burguesa); amén del opio del pueblo como denomina a la religión.

Así debe implantarse una revolución para que el proletariado llegue al poder y después una dictadura. Ésta debe tener más o menos las siguientes características:

“1) Expropiación de la propiedad territorial y empleo de la renta de la tierra para los gastos del estado.
2) Fuerte impuesto progresivo.
3) Abolición del derecho a la herencia.
4) Confiscación de la propiedad de todos los emigrados y sediciosos.
5) Centralización del crédito en manos del estado por medio de un Banco Nacional con capital del Estado y monopolio exclusivo.
6) Centralización en manos del Estado de todos los medios de transporte.
7) Multiplicación de las empresas fabriles pertenecientes al Estado y de los instrumentos de producción, roturación de los terrenos incultos y mejoramiento de las tierras, según un plan general.
8) Obligación de trabajar para todos; organización de ejércitos industriales, particularmente para la agricultura.
9) Combinación de la agricultura y la industria; medidas encaminadas a hacer desaparecer gradualmente la oposición entre la ciudad y el campo.
10) Educación pública y gratuita para todos los niños; abolición del trabajo de éstos en las fábricas tal y como se practica hoy; régimen de educación combinado con la riqueza material”.

Cuando todos estos objetivos sean logrados en esa dictadura, entonces el estado desaparecerá en una concepción ácrata del sistema político, porque la sociedad será perfecta y feliz. Es decir, extrañamente desaparecerá la dialéctica al llegar la síntesis de la perfección: el comunismo. Tenemos pues a un Cándido que camina por el mundo soñando con Utopías y mundos perfectos.


Resumiendo, Karl Marx vio que la imperfección del mundo se debía a que existe una clase opresora y sus tesis se basan en que si ésta es eliminada, todos los males del mundo desaparecerán. Es por tanto el comunismo una Utopía más de las que fantaseaba Tomás Moro y se reía Voltaire.
El hombre como persona es evidente que puede apuntar personalmente a su perfección, sin embargo el mundo no puede perfeccionarse negándose a su “otro” o convirtiendo a su antagonista ideológico en su enemigo estratégico. Es imposible. Es inhumano.

Reconocemos las buenas intenciones de éstos “Cándidos” pero no es posible vagar por el mundo con una Utopía en la mente que no es acorde con la realidad. Los sueños se convierten en las pesadillas y estas, como en los grabados de Goya, en monstruos. Menos aún imponer una única forma de pensar al hombre. Ya Locke había dicho, el estado no puede estar metiéndose dentro de la vida interna del individuo. El individuo es soberano de sus actos y de su libre albedrío.