martes, 15 de junio de 2010

Un contrato a la venezolana



En 1958, podría decirse que es el comienzo de la democracia en Venezuela (aunque ya en 1945 estaba la maqueta hecha). Para fortalecerla y robustecerla, los partidos democráticos deciden crear un contrato (o pacto) estatal que establezca la democracia como columna fundamental de sostenimiento del país.

En ese momento firmaron los únicos tres partidos democráticos que tenia Venezuela (AD, COPEI y URD). El único partido no firmante fue el PCV.
Las razones son obvias. ¿Cómo es posible crear un contrato estatal cuya base es la democracia con un partido que sigue las líneas del bolchevique Stalin y de los barbudos de la isla?
Simplemente es inaceptable y absurdo. Aunque los mismos comunistas se hicieron las victimas de haber sido excluidos, más por un resentimiento que por otra cosa. Rómulo Betancourt en su discurso de toma de posesión muy democráticamente expone:

“De ese pacto fue excluido el Partido Comunista, por decisión razonada de las organizaciones que lo firmaron. (…) respetando el derecho de ese partido a actuar como colectividad organizada en el país, miembros suyos no serían llamados por mi parte para desempeñar cargos administrativos en los cuales se influyera sobre los rumbos de la política nacional e internacional de Venezuela. (…) la filosofía comunista no se compagina con la estructura democrática del Estado venezolano (…)”


De esa manera comienza el juego democrático en Venezuela. De las divisiones de estos partidos comenzaron a producirse otros tales como el MIR, el ARS, el MEP, el PRN, el MAS y el PCV camuflado bajo el partido UPA etc. Éstos fueron los partidos que lucharon en la guerrilla, digamos los “cabezas calientes”. La justificación de éstos es su exclusión del pacto de punto fijo y por supuesto, las supuestas agresiones por parte de Betancourt por decir la verdad. Es decir, por el hecho de manifestar su descontento por esas marionetas manejadas por la URSS y su satélite más cercano: “Cuba”. Pero más allá de esto es resentimiento porque en un momento apoyaron a Betancourt, pensando que instauraría una dictadura comunista y en vez de esto pasó de comunista, a social demócrata, algo que no le perdonaron nunca, pero que nosotros de convicciones democráticas le agradecemos por ser el padre de ésta.


La guerrilla en Venezuela fue una causa perdida. Después de la insurrección en Carúpano (Carupanazo), el 4 de mayo del año 1962 y el de Puerto Cabello (Porteñazo), un mes después fueron sus declives, hasta su total pacificación con Caldera I. Sin embargo, hubo daños, la pacificación fue costosa. Además de la infiltración de comunistas en las fuerzas armadas, cuyo principal responsable es el ex-guerrillero Douglas Bravo.

Rompiendo mitos el bipartidismo no comienza en el año 1958, como ciertos sectores indican. Realmente la “Guanabana” va desde 1973 a 1988 (80% AD y COPEI). Sacando la cuenta son quince años, no cuarenta.


Para muestra un botón, durante el gobierno de Raúl Leoni, se crea la “Ancha Base” con los partidos de AD, URD y FND (de Uslar Pietri) frente a COPEI que era la oposición. De esta manera el poder estaba bastante equilibrado.


Cuando Rafael Caldera llegó al poder por primera vez se dio algo inédito en Venezuela. Por primera vez el gobierno le entrega democráticamente a la oposición el gobierno. Eso es algo nunca antes visto. Se quiebra aquello de que “Gobierno no pierde elecciones”. Aunque en este caso particular realmente había ganado AD otra vez, pero gracias a su división del MEP los votos se repartieron en 19,34% (MEP) y 28,24% (AD), frente a un pírrico 29,13% de COPEI. Si no se hubiese producido tal división posiblemente AD hubiese ganado con un aplastante 47%. En este momento, las guerrillas se pacifican y prácticamente desaparecen, al entrar al juego político democrático.

Las fuerzas armadas se terminan de institucionalizar y se vuelven un ente apolítico que existe apoyando todos los gobiernos que vengan siempre y cuando cumplan el pacto democrático. Por eso el artículo 132 de la constitución establecía:

“Las Fuerzas Armadas Nacionales forman una institución apolítica, obediente y no deliberante, organizada por el Estado para asegurar la defensa nacional, la estabilidad de las instituciones democrática y el respeto a la constitución y a las leyes, cuyo acaecimiento estará siempre por encima de cualquier obligación. Las Fuerzas Armadas Nacionales estarán al servicio de la República, y en ningún caso al de una persona o parcialidad política”

Un hecho interesante del gobierno de Caldera I es que todavía seguía existiendo una pequeña parte de la población que quería la vuelta de Pérez Jiménez al poder. Cuando la democracia se percata de la posible amenaza que podría avecinarse, inteligentemente se hace una enmienda constitucional que dice: “No podrán ser elegidos Presidente de la República, Senador o Diputado, ni Magistrado de la Corte Suprema de Justicia, quienes hayan sido condenados mediante sentencia definitivamente firme, dictada por Tribunales Ordinarios, a pena de presidio o prisión superior a tres años, por delitos cometidos en el desempeño de funciones públicas o con ocasión de éstas” Lo lamentable es que en el segundo gobierno de Caldera, se le diera una amnistía a Chávez justo antes de que el tribunal diera una sentencia firme.

Con el gobierno de Carlos Andrés Pérez comienza la era del bipartidismo, el
clientelismo, la corrupción y el amiguismo, pero al mismo tiempo de la bonanza económica, que no se supo utilizar. Aprovechando que los precios del petroleo estaban tan altos, el gobierno aprovecho para nacionalizar las empresas del hierro y el petroleo, creando así un gran estado empresario y burocrático, muy propio del los gobiernos de centro izquierda. Además de eso se comenzaron a pedir créditos para tener el doble de dinero, a pesar del tabú que se tenía de endeudar el país por aquel incidente engorroso que tuvimos con "El Cabito" y aquella penosa frase que este gobierno tan chavacano exalta "La planta insolente del extranjero..."

Sin embargo, hay cosas buenas del gobierno de CAP I y es que se respetaba la institucionalidad del país. La mayoria de los corruptos eran encarcelados y no eran todos corruptos, era una minoria que poco a poco fue incrementandose hasta llegar a su declive total. Por aquél momento Ramón Guillermo Aveledo (Congresista) resume el deber ser del congreso con estas palabras:

“El congreso no puede estar al servicio de la oposición. El congreso no puede estar al servicio del gobierno. El congreso debe estar al servicio del ciudadano venezolano. Ese venezolano empobrecido por la inflación, amenazado por el hampa, asustado por el peligro del desempleo, angustiado por la pensión o jubilación, escéptico, cansado de creer (…) Ese venezolano que nunca pierde las esperanzas”


En los años 80 se siguieron con estas políticas del estado empresario pero sin la bonanza económica. El gobierno de Herrera Campins al observar que los ahorros del gobierno eran pocos, instaura RECADI, donde retiene la fuga de divisas, para que el arca vuelva a llenarse. Lo que este gobierno no entendió es que esto trae inevitablemente dos fenómenos terribles. El primero es la inflación, es decir la devaluación del dinero y encarecimiento de los precios. Lo segundo como consecuencia de lo primero el disparo del dolar del 4,30 "al infinito y más allá"

El siguiente gobierno de Jaime Lusinchi en vez de enmendar los errores de su predecesor, los continuo, malversando los dineros públicos en campañas y en medidas populistas nada sanas para el país. Los cerros crecieron, los precios seguían aumentando, la devaluación en picada, simplemente empeoró la situación. ¡INDUDABLEMENTE NECESITÁBAMOS UN CAMBIO!

De esa forma llegamos a los años '90; el pueblo elije a Carlos Andres Perez pensando que de esta forma volvería mágicamente esa "Venezuela Saudita" donde los precios del petroleo eran abundantes y la gente vivía bien. Era imposible que volviéramos a esa época. Los precios del petroleo no volverían a ser de aquella magnitud y Carlos Andres Perez prometió unas reformas nada populistas pero sí saludables para el país. Se enflaqueció el estado, bajó la burocracia, las empresas se privatizaron, todas medidas propias de un gobierno de centro derecha (Nótese cómo en este país no hay una consistencia entre los partidos y su ideología).

Por último Carlos Andres tomó su peor decisión y es que dejó de subsidiar la gasolina y como es natural en la economía, los precios del autobús subieron. La idea de CAP en principio fue que los precios subieran poco a poco, pero los autobuseros de Guarenas y Guatire, haciendo caso omiso a las instrucciones del Ministro de Economía, subieron los precios a conveniencia. Ésto fue lo que trajo como consecuencia la mecha del caracazo, movimiento donde toda la población salió descontenta a la calle a robar, desesperada por la pésima situación.

Además los medios de comunicación fueron irresponsables al emitir tales imágenes porque se creó el fenómeno de la noticia autogenerada que hizo que se reprodujera en todo el país este comportamiento. Al tener todo este problema armado, es deber del gobierno restituir el orden, una de las principales tareas de cualquier gobierno. El problema es que la fuerza bruta usada en ese momento fue excesiva, los militares se excedieron en sus procederes lo que trajo como consecuencia muertes injustificadas.

En este punto es que el gobierno (actual) ha manipulado la información alegando que todo este problema fue causado exclusivamente por las medidas tomadas por CAP en su gobierno. Esto es falso, la economía ya venia siendo errada desde los tiempos del primer gobierno de Carlos Andres Perez I, que fueron empeorando a la economía hasta que Carlos Andres Perez II tuvo que tomar éstas medidas para el saneamiento de la economía que simplemente no lo supo manejar de la forma correcta. Además ya Chávez había planificado su golpe en aquella patética escena del Saman de Güere, a principios de los '80 me parece... No hay forma justificativa de que el Golpe venidero fue en defensa del "Pueblo Soberano"


En 1992 resucita un terrible fantasma que dormía desde 1958. Es el golpe militar, producto de la infiltración comunista dentro de las fuerzas armadas. Para ese momento, los militares institucionales logran detener el golpe, dos veces. Recordemos que hubo dos golpes, ninguno de Chávez; sin embargo Chávez logró atribuirse no solamente el fallido donde participó, sino otro en noviembre de ese mismo año, ¡Desde la carcel! Ambos fallaron. Ya esto nos dice mucho de la personalidad del presidente Chávez. Como militar no servía, pero para las pantallas de televisión, la gran estrella. Pero más allá de los dos golpes hay un hecho más interesante y es que Carlos Andrés Pérez salió de la presidencia por la vía democrática. Pérez aceptó que se le hiciera un juicio por peculado. ¿Yo me pregunto si el presidente en la actualidad aceptaría un juicio por todas las violaciones que le ha hecho a la constitución? ¿Verdad que no? La respuesta es clara, la democracia funcionaba con sus cosas buenas y malas. La esencia democrática existía en aquellos tiempos. Para finalizar el periodo de CAP II entra provisionalmente Ramón José Velazquez y se llama nuevamente a elecciones.


La última presidencia de la democracia fue con el soberbio Caldera, otra vez, pero ésta vez no ganó con su partido que fundó (COPEI)
ya que este estaba desinflado y en decadencia. Para poder ganar tuvo que hacerlo con Convergencia, un partido muy débil, conformado por una cantidad de partidos pequeños. Esto fue llamado el Chiripero. Para aquél tiempo los venezolanos estaban tan decepcionados de la política que los resultados de abstención para 1993 indican alrededor de un 39,84%. Es un porcentaje excesivo.

Podemos concluir que la democracia tenía unas muy buenas intenciones cuando se inició. La institucionalidad democrática se mantuvo siempre, ningún político tuvo ambiciones dictatoriales por lo que se mantuvo la democracia por cuarenta años. No fue una democracia perfecta, tuvo sus traspiés y sus errores es evidente.

Después de un siglo de caudillos y llegado el siglo XX dos dictaduras, cuatro golpes, algunos intentos de democracia, es evidente que de la noche a la mañana no nos íbamos a convertir en un cantón suizo. Uno de sus más grandes errores fue el de dar permiso en la constitución de 1961 la reelección de un presidente después de 10 años de gobierno. La consecuencia de esto es que no dio pie a que la nueva generación tomara poder y los partidos a la larga se desinflaran y caducaran.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

no me gusto nada tu informacion

El Teatrero dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.