domingo, 10 de enero de 2010

Bohemios

Ayer fui a Sake Bar a acompañar a mi hermana a ver el toque de La Vida Bohème. Llegamos a las 10pm. Para ese momento la cantidad de gente estaba aceptable. Me conseguí con muchas personas de la Monteávila y de Skena, lo cual me agradó. No tomé más que una cuba libre por falta de plata. Al subir para ver el toque, empezó a formarse el tan conocido “cogeculo”. ¿Cómo es posible que, supongamos 300 personas quepan en un sitio de 100? El sitio se desbordaba, el calor era sofocante, el sudor de la gente, la adrenalina era un derroche de energía exorbitante. Un mar picado en luna llena me ahogaba. Tuve que nadar hasta la costa para agarrar un poco de aire. Para entrar de nuevo se me hizo imposible y tuve que escuchar el toque desde abajo, sin mencionar que justo al lado un grupo de emos tomó el control de la zona. Si no fuera porque Rafael es mi amigo y voy para apoyarlo, no iría realmente al Sake Bar. Mucha gente para el poco espacio que es.

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