domingo, 14 de marzo de 2010

Martín Lutero y su Reforma



Martín Lutero nació en Alemania el 10 de noviembre de 1483 y murió el 18 de febrero de 1546. Traduce la biblia del latín al alemán para que el alemán promedio, pudiera leerla. Lutero fue el que introdujo la reforma protestante al cristianismo, más revolucionaria que reformista, según algunos. Martín horrorizado de lo corrompida que está la iglesia católica decide romper con ella y hacer un cambio completamente radical.

Las principales variaciones que introduce son: Primero que la fuente de La Fe, pasa a ser exclusivamente la biblia, eliminando así las tradiciones que Lutero consideraba carentes de significado por el hecho de que la iglesia tenía tal nivel de corrupción que decía que ya nadie sentía que esas tradiciones tuviesen un significado verdadero. Elimina también el Magisterio. Obviamente la voz del Papa, que entregaba simonías a quien tuviese dinero para comprarlas, no podía ser el que interpretase la biblia, por lo tanto tal interpretación era libre.

La salvación se encuentra en la Fe verdadera y honesta y no en las obras que hagas. Este cambio trajo muchas polémicas porque cómo sabe uno cuándo un hombre tiene fe verdadera o falsa si no hace obras. Los Sacramentos no los conserva completos, sino que deja exclusivamente el bautismo, la penitencia y la eucaristía. También elimina la transubstanciación, es decir la conversión del vino y el pan, en sangre y cuerpo de Cristo.

Como ya dijimos con anteriormente con la reforma de Lutero, la iglesia deja de ser mediadora, por lo tanto los rezos son válidos en cualquier sitio, no hay que ir a una iglesia para eso. Hay un rechazo al culto a las imágenes de la Virgen, y santos, es decir el culto de la fe debe ser exclusivamente a Dios. Por último elimina el celibato, es decir sus pastores pueden casarse.

Se podría decir que, sin intención de ofender a cristiano alguno, que Lutero tuvo una vida parecida a la de Cristo. Al ver en qué se había convertido el sanedrín, una empresa corrupta y putrefacta decide separarse de él y crear algo completamente diferente, aunque muchos hayan usado sus ideas para crear Monarquías duras y absolutistas como la de Enrique VIII y su anglicanismo, igual muchos han usado el nombre del cristianismo para hacer el mal

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