martes, 23 de marzo de 2010

Bohemios e Irlandeses en El Teatro



Tres ambientes, un mar muy picado y dos reconocidísimas bandas llenaron el pasado viernes 19 de marzo el Teatro Bar. Cuando llegamos mi hermana, Shakira y yo, tuve que hacer una cola relativamente larga (Y digo yo, porque Josette y Shakira se sentaron por ahí). Un par de sujetos hablaban sobre la situación del país, lo que inevitablemente tuve que escuchar y hasta intervenir en un par de ocasiones.

Durante la cola tuve chance de encontrarme con Frijol el... no sé cuadre/resuelve/pareja/amigo con derecho/pseudonovio de Josette. Comenzamos a hablar sobre la situación de la cola, la cantidad de gente que había, si íbamos a poder entrar, etc. A Frijol se le ocurrió un plan "B" en caso de no entrar, que era ir a Sake Bar. Por todo esto y además de una cantidad de cosas que me habían sucedido ese día que me tenían molesto, me amargué y mi rostro se desfiguró al punto de parecerme al monstruo del Dr. Victor Frankestein.

La idea de ir Sake Bar fue la gota que rebosó el vaso. En ese momento, Frijol se ofreció a comprar una cerveza a sus amigos y a mí. Yo acepté y él se fue a buscar las cervezas. Me volví a quedar sólo en la fila. Josette se acercó a mi y me exigió que quitara esa cara, se molestó conmigo, me comenzó a dar un sermón, que lo único que consiguió fue hartarme y amargarme más. En eso volvió Frijol con las cervezas y en un segundo, todo el amargue y la desazón se me quitó como por arte de magia. Le pedí a Frijol que hiciera la cola por mí un par de segundos. Me asomé a la baranda para mirar abajo y me encontré con que ya estaban dentro Patricia y David (Del Skena). Me fastidiaron un rato porque ya tenía una cerveza en la mano y me dijeron que por ahí estaba también Victoria (Salomón). Me alegró escuchar que mis amigos del Skena estuviesen allí, lo malo es que después de eso no los volví a ver más.

La cola comenzó a moverse, finalmente. En ese momento recordé que tenía que pagarle la entrada y las bebidas a mi hermana, lo que volví a amargarme de nuevo. Pero en ese momento Frijol se ofreció a pagar la entrada de mi hermana, por lo que volví a contentarme, y hasta un algo de sospecha suspicaz, por su exceso de bondad, me entró de él. Sin embargo, inmediatamente entendí que simplemente sabe cómo ser un galán. Todo un caballero, no tengo dudas de por qué mi hermana lo eligió.

Finalmente logramos entrar a eso de las 11 de la noche. Comencé a perderme en el océano de personas que esperaban a ver los dos conciertos, el de la Vida Boheme arriba y el de Gaélica abajo en un nuevo espacio que esta estrenando el Teatro Bar que según ellos ese será el salón VIP.

Llegué al famoso salón VIP que estaba mucho más calmado que arriba. Me encontré con muchos conocidos, Fabiana, Caterina (la hermana de Fabiana), Betania, Adriana y hasta un pana de un campamento que fui en Mérida el año de la pera, que no tengo idea de cómo se acordó de mí, y yo tampoco sé cómo es que apenas lo vi lo reconocí de en seguida. Lo único es que nunca me acordé de su nombre. ¿Dije ya que soy terrible para acordarme de los nombres?

Allí estuve divirtiéndome un rato, me tomé un par de cervezas Heineken, hablé pistoladas con mis compañeros, lo normal que uno hace en un sitio como éste. Finalmente, el momento que todos estaban esperando, expectación, emoción total, allí estaban Gabriel, Armando, Boris, Rubén los cuatro integrantes de Gaêlica, más una mujer tocando el violín que en este momento no me viene a la cabeza quien era montados en el escenario. Aplausos y bullas bañaron el lugar. La magia celta del grupo nos hipnotizó a todos. Comenzaron a tocar su música y la alegría reinó en esa noche tan especial.

Alrededor del segundo toque, Las calles de la esperanza, bajaron Josette, Shakira y Frijol. Los recibí con gran entusiasmo, estaba ebrio, pero no por las Heineken, sino por la alegría de escuchar a Gaêlica en vivo. En eso comenzaron a bailar todos los que estaban allí cerca, incluyendo a Frijol, lo que no pude resistir de incluirme en el círculo y bailar con todos.

Finalizando el concierto pasó algo muy mágico y gracioso y es que mientras hablaba con Adriana, recordando aquellos tiempos cuando el montaje de Retablo Jovial, el grupo tocó un mix de “Las ocas del hermano Filipo” parte de la música de Retablo Jovial.

Para los que no vieron la obra, paso a explicar para que se entienda la anécdota. Dentro de esta parte de la obra un hombre, Balduchi, quedó sólo con su hijo Filipo, encerrándolo en una cueva para que no tuviese ningún contacto con mujer alguna. Un buen día, el hijo le pide a su padre conocer el mundo. Entonces salen de la cueva a conocer el mundo, el hijo ve por primera vez un caballo, un río, un palacio y de hecho se sorprende de ver las maravillas del mundo. Sin embargo por lo que realmente se interesa Filipo es por un grupo de mujeres muy coquetas que pasan por allí. Balduchi nervioso porque su hijo está interesado por este espécimen, trata de taparle los ojos y le dice que son “Ocas”, y en su nerviosismo trata de que su hijo se distraiga con otras cosas, pero el hijo insiste en que está muy interesado en las “Ocas”.

En ese momento, Shakira se acercó a mi y comenzamos a bailar frente a frente durante toda esta canción y yo le dije a Adriana “he conseguido mi oca”. Y me fui a bailar con ella.

El concierto finalizó, no pude ver el de La Vida Boheme, porque elegí ver el de Gaêlica completo. Toda elección es una renuncia a otras opciones, no se puede tenerlo todo en la vida.

1 comentario:

Patrizia Aymerich dijo...

Hey Jan! Certifico que aparecemos en tu anécdota! jajaja Que bien que la pasaron fino! Lástima que nosotros nos tuvimos que ir. Será para la próxima, cuando quieran!

Por cierto! SUPER BIEN el título del blog! jajaja aunque esparaba ver lo de "Mundo del Teatro", era así?

Está chévere el blog. Sigue escribiendo full!

Un beso!