domingo, 16 de mayo de 2010

Rousseau "Un nuevo contrato"



Rousseau fue uno de los filósofos más importantes de la ilustración francesa. Nacido en Ginebra, Suiza, 28 de junio de 1712 y muerto en Ermenonville, Francia, 2 de julio de 1778. Quizás este fue el más radical en sus posiciones. Su obra más conocida es el Contrato Social. En él plantea que el hombre no es ni bueno ni malo simplemente es puro en su estado natural. Este hombre primitivo, se da cuenta que para poder subsistir necesita de otros. He allí la razón del contrato.





Sin embargo, plantea que este primer contrato, esta mal hecho y hay que crear uno nuevo (uno social). Rousseau ve que la causa principal de la desigualdad social es la propiedad privada, por lo tanto ésta debe reducirse al mínimo, entonces se eliminaran las diferencias sociales.


Él plantea que si uno como individuo se desprende de todo lo material y espiritual, y se lo da a todos (es decir al Estado) van a recibir más de lo que tenían antes, porque el Estado se encargará de repartir equitativamente todo eso que le han dado. ¿Suena conocido? Muchos consideran a Rousseau como un proto-comunista por estas ideas tan radicales.

La falla de ese contrato está en que los hombres les entregaron sus libertades a unos pocos para que rijan la sociedad como quisiesen. Rousseau plantea que el hombre debe recuperar todas sus libertades que tiene en potencia ¿Y cómo recuperamos pues estas libertades? Rousseau da una respuesta sencilla pero que veremos utópica y contradictoria: “La democracia radical”

Rousseau ve que la llamada “Monarquía Parlamentaria” que proponen sus compañeros ilustrados Montesquieu y Voltaire, no es un sistema propicio. La proposición se basa en que deben gobernar todos, no por representantes, sino directamente a través del voto.

Rousseau se basa en la democracia pura de la Grecia antigua, donde todos votaban en el ágora y decidían por medio del voto. Lo que Rousseau evidentemente no veía y que hace de su pensamiento utópico, es que en un estado donde los considerados “hombres” no pasaban de unos cuantos, en su actualidad las cifras se triplicaban y por lo tanto se hacía necesaria la representación.

Para él a través del voto llegamos a verdades absolutas, rechazando así a las minorías. Esas minorías que en una elección votaron en contra están obligadas a darse cuenta en ese momento de su equivocación (Como se llegó a una verdad absoluta, lo contrario es simplemente mentira). Esto no es más que la base de la dictadura de las mayorías. Con un demagogo, es muy fácil caer en esta dictadura.

Evidentemente Rousseau soñaba con un mundo con menos diferencias sociales y más igualitarias. Pero como ya sabemos, todos los que han planteado este tipo de filosofías terminan siendo un fracaso por lo utópico del asunto. Somos diferentes, siempre lo hemos sido, y eso ninguna filosofía, por muy humanista que sea va cambiarlo. Se pueden reformar las leyes para una sociedad más justa, menos corrupta, que todos sean juzgados ante la ley sin prejuicios de color de piel, situación económica, religión, creencias, cosas que atañen al respeto de la dignidad del hombre, pero no se justifica la dictadura para imponer algo que esta comprobado, no puede suceder.

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