domingo, 11 de agosto de 2024

Diógenes y las camisas voladoras


Ver “Diógenes y las Camisas Voladoras” me ha llenado de vida y esperanza por la cultura de las tablas en Venezuela, después de unas semanas duras para el país.

La obra maestra ha regresado a Trasnocho en el momento oportuno, para hacer que los espectadores pensemos en el valor de la historia y del arte del teatro, para conectar los puntos políticos entre el pasado y el presente, alrededor de las locuras que rodean al poder y el estado.

Julie Restifo la dirige con finura, destreza, gracia y sutileza, al proponer un puñado de escenas agudas y tragicómicas que exponen el colapso mental de un candidato en campaña, un Diógenes que ha estado en boca de todos nuestros profesores y abuelos, a la hora de recordar las problemáticas y absurdos que aquejan a los candidatos en el instante preciso de una campaña de elección.
Javier Vidal interpreta con magnetismo y garra al Ex Ministro, Embajador e Intelectual de mundo, caído en desgracia, luego de ser una figura clave en las relaciones de Venezuela con Estados Unidos durante la segunda guerra mundial, llegando a codearse con las altas esferas de Washignton, bajo el ala de su amigo Harry Truman.
Vidal ofrece un papel perfecto y consagratorio en su larga carrera, uno que nos conduce de la risa al llanto, del humor negrísimo a la reflexión profunda de los desvaríos que no superamos.
Pero el Diógenes de Vidal no es un loquito balbuceante de callejón.
Es un hombre sensible al cine, al amor por las bellas letras, al entretenimiento de altura que la obra recupera, con todas sus citas, con sus luces y sombras.

El texto hace guiños a “Dumbo” y a “Spellbound” de Hitchcock, remarcando que pudimos haber tenido un Presidente que llenara de cines y teatros a la ciudad, tal como siempre lo ha soñado Vidal en artículos, ensayos y diversos ensambles.
Jan Vidal nos sorprende con su rol del “secretario”, que conoció al Diógenes lúcido, que creyó en su destino como mandatario nacional, y que asistió a sus derrumbe, producto de una enfermedad que se declaró en medio de un período clave de la historia de Venezuela.
Una etapa que lamentablemente se saldará con la derrota de la democracia, un golpe y la entronización de una Junta.

A su vez, Theylor Plaza rompe la cuarta pared, a gusto y a placer, encarnando a un Ramón J, a un famoso “coleguita” que, sin saberlo, tendrá un futuro como el de Diógenes, donde la rueda de la política trastocará su impoluto devenir.
Y es que si el poder todo lo corrompe, como máxima universal, pareciera que en Venezuela todo lo convierte en una farsa, en una parodia quijotesca de nuestro Macondo.

Agradezco y mucho la oportunidad de verla, amén de los esfuerzos de producción de Douglas Palumbo, un incansable creador y promotor de la cultura de las tablas en Venezuela, que hace un trabajo significativo por el desarrollo de las artes escénicas.

Justo ayer nos recibió con su sonrisa y encanto, transmitiendo una seguridad y felicidad que nos suben el ánimo en el oasis del Trasnocho Cultural, que resiste bajo la presidencia de José Pisano, a quien también pudimos darle un abrazo por continuar abriendo sus puertas, con una programación y un espacio que nos transportan al primer mundo.

Viendo “Diógenes y las Camisas Voladoras” , hago mi autocrítica de no ir tanto al teatro como debo, de haberlo dejado un poco abandonado por cumplir con mi tarea loca de ver y hablar de películas, de series, de dar clases.
Le agradezco a Douglas por estimular mi reconexión con las tablas, por volver a acercarme a ellas, confirmando que gozan de una enorme salud intelectual, para ser faro, una reserva moral de un país trastornado.

Ante la insania general y la crisis de una ansiedad que se antoja inducida para controlarnos, obras como “Diógenes y las Camisas Voladoras” nos sanan, nos devuelven el equilibrio, nos afirman que el teatro nunca nos deja atrás, que noblemente siempre está ahí, esperando por nosotros para que lo celebremos como acto de conciencia.

Te la recomiendo para que compruebes por ti mismo, que “Diógenes y las Camisas Voladoras” es una obra histórica y divertida como ella sola.
Un verdadero honor que Vidal haya tenido la gentileza de citarme al final de los aplausos.

Me llena de emoción e ilusión, de gasolina, para mantener el compromiso de comunicarles buenas nuevas.


Sergio Monsalve.

viernes, 1 de marzo de 2024

Apuesta 2024

Regresa el festival de jóvenes directores. Este año no tuve chance de verlas todas, así que mi predicción podría no ser tan precisa como la del año pasado. En principio porque el nuevo formato de 1 semana por obra, me agarró desprevenido. Sin embargo, aun con las que vi, creo que puedo hacer una predicción certera. 


Yo sospecho que el primer lugar se lo va a llevar “Fando y Lis”, una dirección limpia, pulcra, y divertida. El ludo predomina en la pieza, y los actores tienen todos chance de ganarse el premio a mejor actor. Ese galardón estará reñido. La obra pertenece al dramaturgo español Fernando Arrabal. Es una comedia del absurdo. No estoy muy seguro del tema. Sospecho que la directora quiere hablar sobre la violencia doméstica. Si hay algún otro tema, se disuelve completamente en el absurdo que representa la pieza. Lo que sí es claro para mí, es que la obra es solo una excusa, para destruirla a su antojo y jugar con ella. Sospecho que el jurado tomará eso en cuenta para darle el primer premio. 


El segundo premio está más complicado de predecir. Yo creo que se lo va a llevar “Mi hermano Cristian”. Hay una propuesta de dirección coherente, y aunque hubo cosas que a mi personalmente no me gustaron, en general está bien. Yo creo que Omaira Abinadé se va a llevar el galardón a mejor actriz y Antonio Ruiz también competirá al galardón a mejor actor. 


Finalmente sospecho que, aunque no gane, la chica jamón bajo cuerda, le van a ofrecer la sala grande del Trasnocho. Se lo merece, es una obra muy grata y divertida, con una dirección correcta y buenas actuaciones. Es una obra que va a traer mucho público. Los actores tienen buena química, se divierten y se nota. De la historia prefiero no hablar para no hacer spoiler. Lo que sí puedo decir es que Mario Becerra, va a competir al galardón de mejor actor.