martes, 24 de mayo de 2022

La cena de los idiotas: Un delicioso TBT








 “Idiota”, según el DRAE en su segunda acepción lo define como “Engreído sin fundamento para ello”. Fernando Savater en su libro Ética para Amador lo define comopersona aislada, sin nada que ofrecer a los demás, obsesionada por las pequeñeces de su casa y manipulada a fin de cuentas por todos.” 


La más reciente producción del GA80 en el Trasnocho, “La cena de los idiotas”, nos remite a ese idiota que, aviso de spoiler, nos conseguimos desde la primera escena de la pieza. Un redomado idiota llamado Pedro (Héctor Manrique) que se reúne todos los miércoles con sus amigos, para burlarse de otros, que ellos consideran que sí lo son. 



Benito Pinto, (Basilio Álvarez), el supuesto idiota, viene a cambiarle la vida a Pedro. Pinto es un adulto con un niño interno muy grande, y tiene el hobby de hacer maquetas con palitos. En su opuesto Pedro es un tipo gris, que llena su vacío burlándose de los demás. La obra por antonomasia nos habla de la tolerancia, o la falta de ella cuando la imbecilidad nos nubla el entendimiento. ¿Qué sucede si la vida se nos voltea y necesitamos la ayuda de quién menos esperamos? Rehacer esta obra, comenta su director Manrique, fue idea de Basilio, que está de regreso al país. 


El resto de la obra es pura carpintería, comedia de enredos, personajes arquetipos, confusiones, y graciosos diálogos que tan bien saben concatenar los hijos de Molière. ¿Funciona el montaje? Por supuesto. Principalmente por la química que tienen en escena Basilio Álvarez y Héctor Manrique. Tan bien funciona que se ha agregado el jueves a la programación del Trasnocho.


Tiene además esta pieza un agregado cultural invaluable, y es que Pedro León Zapata en vida, pintó varios cuadros para esta pieza en particular. “Qué alegría tan grande ver mi obra pictórica engalanando, de alguna manera, esta cena de humoristas, digo, de idiotas. Mi presencia en esta fiesta no tiene ningún mérito y tal vez, a los espectadores les agregue muy poco atractivo. Sin embargo para mí, este es uno de los momentos más importantes de mi actividad como artista plástico;” comentó Zapata en su tiempo. 


El público venezolano que busca evadirse encuentra un bálsamo, en esta pieza que logra destornillar de la risa a la audiencia y por un par de horas logrará que se olviden de la realidad del país. Y para los que tienen varios años viendo teatro, como mi persona, un #TBT para recordar mejores tiempos. Aquellas comedias de esa época que trajeron tanto público al teatro como Taxi, Art, Toc-toc, El favorito de Dios, y otras tantas piezas maestras de la evasión. 


1 comentario:

Luisalbe dijo...

Una versión del día a día..